Evidencia científica de la iridología

Evidencia científica de la iridología, descubre las opiniones a favor y en contra

Designado como la “huella dactilar” del futuro por los técnicos en biometría, el iris es aclamado como la “ventana del cuerpo” por los partidarios de las terapias holísticas. Además de expresar sentimientos como alegría, tristeza y miedo, los ojos también mostrarían debilidades de salud. Pero si para la biometría los patrones del iris no sufren cambios significativos a lo largo de la vida y son únicos en cada ser, por lo tanto, ideales para la identificación personal, para los iridólogos sufre cambios según el estado de salud del paciente.

Según el Dr. Bernard Jensen Podría decir que se necesita como mínimo un año de estudio profundo para poder entender un poco el método”. Es por eso que si se desea hacer una buena valoración, la formación debe ser de un curso de iridología de al menos un año, hoy en día puede estudiarse online o presencial, pero la formación debe ser amplia y contrastada.

El éxito y la veracidad sobre la iridología, responde más al profesional que la aplica que a la terapia. No es ni más ni menos aceptada por la comunidad científica de lo que lo es la medicina alternativa en general.

A día de hoy se sigue cuestionando la reflexología, la acupuntura, la osteopatía… entonces, ¿como no se va a cuestionar a la iridología?

Más que espejos, los iris son ventanas al organismo, a través de las cuales los iridólogos pueden observar los órganos más frágiles. En los Estados Unidos, los médicos naturópatas describen la iridología como “la herramienta de diagnóstico más valiosa”. Otros terapeutas holísticos utilizan la técnica para recomendar suplementos dietéticos.

La técnica
La iridología (también conocida como iridodiagnosis o irisdiagnosis) se basa en la aceptación de que cada órgano del cuerpo humano tiene una región correspondiente en el iris. Así, la premisa es que el funcionamiento del órgano puede evaluarse simplemente inspeccionando el iris.

Se desarrollaron mapas que correlacionaban diferentes zonas del iris con varias partes del cuerpo. Los iridólogos creen que el análisis demuestra la susceptibilidad de un paciente a ciertas enfermedades, refleja problemas médicos recientes o predice problemas de salud futuros. “La iridología no hace un diagnóstico, que es poner nombre a una enfermedad.

Muestra un cambio en el patrón que lleva al especialista a pedir exámenes para obtener el diagnóstico”, dice Celso Battello, médico que ejerce en Santo André. Battello es director de la Asociación Médica Brasileña de Iridología y coordinador del curso de posgrado en Iridología-Irisdiagnóstico del Centro de Educación Superior en Homeopatía de la Facultad de Ciencias de la Salud de São Paulo.

Según él, “la iridología funciona como una herramienta de prediagnóstico, da una dirección hacia dónde ir”.

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Controversia
A pesar de la larga historia, no hay suficiente evidencia científica para confirmar la utilidad de la iridología. La práctica no está reconocida por los organismos reguladores de la salud en la mayoría de los países, incluido Brasil. Si, por un lado, no hay suficiente evidencia de su efectividad, por otro lado, no hay forma de decir que la iridología en sí misma es dañina.

Los médicos tradicionales reconocen que ciertos síntomas de enfermedades no oculares pueden detectarse mediante un examen de la vista. Los oftalmólogos a menudo identifican problemas, como cambios como resultado de la presión arterial alta, y derivan al paciente a un especialista para exámenes detallados. “La iridología es un método cartesiano porque observa, documenta y prueba a través del registro de imágenes”, dice Battello.

Para los críticos, el mayor problema de la iridología es precisamente ese: afirmar que cada órgano tiene su contraparte en el ojo y que puede determinar su estado de salud observando un sector particular del iris.

Investigaciones
Los estudios indican fallas en el diagnóstico de enfermedades al examinar el iris. Los datos clínicos no respaldan una correlación entre la enfermedad en el cuerpo y los cambios observables en el iris.

La mayoría de los estudios publicados en revistas especializadas en salud, oftalmología y enfermería demuestran que la iridología no ha sido capaz de detectar enfermedades. “Sin embargo, quien conoce el método sabe que la iridología no hace un diagnóstico, sino que muestra los órganos más debilitados y con mayor probabilidad de enfermarse”, enfatizan las enfermeras Léia Fortes Salles y Maria Júlia Paes da Silva, en un artículo publicado en la Revista da Escola de Enfermagem da USP en 2008. Según un artículo de enero de 2013 en The Clinical Advisor (publicación norteamericana dirigida a enfermeros y técnicos de salud), “la iridología se basa en posibilidades intrigantes, pero, hasta la fecha, los estudios no han apoyar su seguridad y utilidad.

Por ahora, sin embargo, el estudio del iris para la indicación de enfermedades sistémicas está lejos de ser una herramienta clínica viable”. Las brasileñas defienden la necesidad de más estudios sobre iridología. “Estudios serios, con rigor metodológico, que demuestren o no la eficacia del método.

No es aceptable que la intolerancia prevalezca sobre la necesidad real de mejorar la atención a los pacientes. Y, si este método es bueno, debería incluirse como una herramienta para sumar a la medicina tradicional, como ya lo hacen muchas otras prácticas complementarias y muy bien hechas”, concluyen.